No necesitas ir a tu tienda de muebles favorita con sede en Escandinavia para conseguir albóndigas suecas cremosas y sabrosas. Hacerlas en casa siempre es mejor, especialmente cuando es tan fácil de hacer. Las albóndigas de carne de pavo molida se doran en una sartén para obtener una corteza crujiente y luego se cocinan a fuego lento en una mezcla de sopa de crema de hongos y caldo de res, que se derrite en la salsa más deliciosa. En solo 30 minutos, puedes disfrutar de una comida reconfortante que se puede personalizar fácilmente con otros tipos de carnes molidas (prueba también la mezcla de carne de res o pastel de carne). Las albóndigas suecas generalmente se sirven sobre tallarines, pero no dudes en usar lo que tengas a mano para impregnarlo con esta deliciosa salsa, ¡como arroz o pan crujiente!
Paso 1
Mezcla bien el pavo, el huevo, el pan rallado, la cebolla, la sal y la nuez moscada en un tazón grande. Da forma a la mezcla de pavo en aproximadamente 20 albóndigas.
Paso 2
Calienta el aceite en una sartén antiadherente de 30 cm a fuego medio-alto. Agrega las albóndigas y cocina hasta que se doren bien de todos los lados (asegúrate de que la sartén y el aceite estén calientes antes de agregar las albóndigas para evitar que se peguen). Vierte la grasa o aceite.
Paso 3
Agrega el caldo a la sartén y calienta hasta que hierva, revolviendo para raspar los trozos dorados del fondo de la sartén. Incorpora la sopa y la crema agria. Baja el fuego al mínimo. Cubre y cocina durante 5 minutos o hasta que las albóndigas estén bien cocidas. Sazona al gusto. Sirve las albóndigas y la salsa sobre los tallarines. Espolvorea con el perejil.
Esta información nutrimental (nutricional) e refiere a cada porción de toda la receta y no solo a los productos utilizados como ingredientes.